Un terremoto de magnitud preliminar 6.2 estremeció este miércoles la ciudad de Estambul y otras regiones del oeste de Turquía, generando escenas de pánico en las calles y recordando la constante amenaza sísmica que enfrenta el país. Según la Agencia de Gestión de Emergencias de Turquía (AFAD) y el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el epicentro se localizó en el mar de Mármara, a unos 40 kilómetros al suroeste de Estambul y a una profundidad de 10 kilómetros.
El temblor, registrado a las 12:49 p.m. durante un día feriado, fue ampliamente percibido no solo en la metrópoli de 16 millones de habitantes, sino también en provincias vecinas como Tekirdag, Yalova, Bursa y Balikesir, e incluso en Izmir, a más de 500 kilómetros de distancia. Tras el evento principal, se reportaron múltiples réplicas, incluida una de magnitud 5.3.
Hasta el momento, no se han confirmado víctimas mortales ni colapsos mayores, aunque algunas personas resultaron heridas tras lanzarse de edificios por miedo a derrumbes. La televisora NTV informó sobre la caída de una construcción abandonada en el histórico distrito de Fatih, donde se encuentran monumentos como la Mezquita Azul y la Santa Sofía.
El ministro del Interior, Ali Yerlikaya, indicó que, aunque no se reportaron daños catastróficos, sí existen registros de inmuebles afectados. Por su parte, el alcalde del distrito de Zeytinburnu, Ömer Arisoy, confirmó que algunos ciudadanos se lesionaron al intentar huir precipitadamente.
Testigos relataron momentos de tensión. Leyla Ucar, entrenadora personal, se encontraba en el piso 20 de un edificio cuando comenzó el movimiento. “Nos lanzó de un lado a otro. Fue muy aterrador”, dijo. Otro residente, Şenol Sarı, expresó que su familia se protegió dentro de casa antes de evacuar. “Estábamos preocupados de que el sismo fuera el preludio del gran terremoto que todos esperan en Estambul”, confesó.
Cihan Boztepe, procedente de la provincia de Batman, donde se vivieron los devastadores sismos de 2023, aseguró que aunque sintió el movimiento, no se asustó tanto. “Mis hijos estaban más nerviosos. Yo ya quería regresar a casa”, señaló.
Estambul, construida cerca de una falla sísmica activa, enfrenta una amenaza permanente de terremotos. Expertos han advertido por años que un gran sismo podría afectar seriamente a la ciudad, cuya infraestructura presenta vulnerabilidades significativas.
Las autoridades han pedido a la población mantenerse en alerta y alejarse de edificios dañados. Mientras tanto, equipos de emergencia continúan inspeccionando estructuras y monitoreando las réplicas.