Un equipo de arqueólogos italianos ha realizado un descubrimiento excepcional en la isla de Chipre: una antigua fábrica de perfumes que data de hace más de 4,000 años, correspondiente a la Edad de Bronce. Se trata de una de las instalaciones más antiguas conocidas dedicadas a la elaboración de fragancias.
Los investigadores lograron extraer esencias de canela, laurel y mirto a partir de residuos encontrados en frascos de arcilla. Estas sustancias, probablemente obtenidas de plantas locales, habrían sido mezcladas con aceite de oliva para producir perfumes destinados tanto al uso cotidiano como a ceremonias religiosas y funerarias.
El sitio, ubicado en Pyrgos, albergaba decenas de botellas de barro que permitieron a los científicos reconstruir hasta doce fragancias distintas. Además, la magnitud del complejo sorprende: junto al taller de perfumes, se encontraron una prensa de olivas, bodegas de almacenamiento y talleres de fundición de cobre, lo que sugiere una planta industrial altamente organizada para su época.
Los recipientes hallados, algunos con capacidad para 500 litros de aceite, indican que la producción se destinaba en parte a la exportación. Los expertos creen que la isla de Creta pudo haber sido uno de los principales mercados para estos perfumes chipriotas, altamente valorados en el Mediterráneo oriental.
El historiador romano Plinio el Viejo ya había destacado la fama de Chipre en la antigüedad por sus fragancias, consideradas entre las más apreciadas del mundo antiguo.
Aunque el complejo fue destruido por un terremoto, este mismo evento ayudó a conservar muchos de los objetos y estructuras, brindando una visión única de la sofisticación alcanzada por las culturas de la Edad de Bronce.
Este descubrimiento arqueológico no solo revela los secretos de la perfumería antigua, sino que también nos permite comprender mejor la complejidad y el comercio en la Edad de Bronce.