En un esfuerzo por reducir costos en la administración pública, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS) ha enviado un correo electrónico a 80,000 empleados ofreciendo un plan de separación voluntaria con un pago de hasta 25,000 dólares para quienes decidan renunciar.

La medida, impulsada por la administración del presidente Donald Trump, busca disminuir el gasto federal en una de las agencias más costosas del gobierno, cuyo presupuesto anual asciende a 1.7 billones de dólares. Gran parte de estos recursos se destinan a los programas de Medicare y Medicaid, que brindan cobertura médica a millones de estadounidenses.

El correo fue enviado a empleados de diversas instituciones bajo el HHS, incluyendo los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).

Los trabajadores tienen hasta este viernes a las 5 p.m. para aceptar la oferta y deben comunicarse con sus oficinas de recursos humanos para iniciar el proceso de renuncia.

El secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., ha manifestado en entrevistas previas su intención de reducir personal en las agencias de salud pública. Si bien no ha especificado cuántos empleados serán despedidos, ha señalado que algunas decisiones dentro del sector han sido “realmente malas”, en referencia a políticas de nutrición.

La reducción de personal en el HHS ocurre en un momento crítico para el sector salud. Actualmente, los CDC enfrentan un brote mortal de sarampión en Texas y Nuevo México, lo que podría afectar la capacidad de respuesta ante emergencias sanitarias.

Además, el Congreso está en debate sobre posibles recortes a Medicaid, lo que impactaría la cobertura médica de millones de personas. La reducción de empleados en el HHS podría provocar demoras en la administración de programas de salud, así como en la regulación de alimentos y medicamentos.

Esta no es la primera medida que la administración Trump implementa para disminuir el número de trabajadores federales. En enero, miles de empleados recibieron una oferta de renuncia diferida con ocho meses de salario, mientras que otros en período de prueba fueron despedidos en diversas agencias gubernamentales.

Hasta el momento, el HHS no ha informado cuántos empleados han aceptado la oferta de renuncia. Sin embargo, la reducción de personal genera incertidumbre sobre el futuro de los programas de salud pública y la capacidad del gobierno de responder a crisis sanitarias en los próximos meses.