La orinoterapia, una práctica alternativa que consiste en el uso de la orina para tratar diversas afecciones de salud, ha ganado adeptos y críticos en igual medida. Esta técnica, basada en la creencia de que la orina contiene nutrientes y compuestos con potenciales propiedades curativas, es utilizada por algunas personas para mejorar su bienestar general y combatir enfermedades. Los partidarios de la orinoterapia suelen aplicarla de forma tópica o incluso ingerirla, asegurando que puede ayudar con problemas como el asma, la diabetes, la psoriasis y trastornos digestivos.
Esta práctica tiene raíces históricas en diversas culturas. En la antigua India, la orinoterapia aparece mencionada en textos ayurvédicos, mientras que en la medicina tradicional china también existen registros de su uso. Defensores de la salud holística y practicantes de medicina alternativa aseguran que la orina, un líquido considerado estéril al ser producido por el propio cuerpo, contiene hormonas, minerales y vitaminas que podrían ser beneficiosos.
A pesar de esta creencia, la comunidad médica convencional no ha respaldado la orinoterapia debido a la falta de estudios científicos sólidos que comprueben sus beneficios y a los posibles riesgos que implica. Expertos en salud advierten que el consumo de orina puede conllevar la ingesta de toxinas o bacterias si no se maneja con precaución, además de que su efectividad en el tratamiento de enfermedades no ha sido comprobada.
Entre los grupos que adoptan esta práctica se encuentran defensores de tratamientos alternativos, terapeutas holísticos y comunidades que exploran prácticas de salud no convencionales. Aun así, los especialistas en salud recomiendan que cualquier persona interesada en la orinoterapia consulte con un profesional médico antes de considerar su uso, recordando que la seguridad y la evidencia científica son aspectos clave para cualquier tratamiento de salud.