El cempasúchil, esa flor de intenso color naranja que adorna nuestros altares de muertos, es mucho más que un simple ornamento. Conocida desde tiempos prehispánicos por su belleza y simbolismo, esta planta mexicana encierra propiedades medicinales que han sido aprovechadas por generaciones.

La infusión de cempasúchil es una bebida ancestral que concentra los beneficios de esta flor. Sus pétalos, ricos en carotenoides, antioxidantes y aceites esenciales, ofrecen una amplia gama de propiedades terapéuticas.

Alivia el malestar estomacal: La infusión de cempasúchil es un remedio tradicional para tratar problemas digestivos como dolor de estómago, diarrea, cólicos y afecciones hepáticas.
Combate los resfriados: Gracias a sus propiedades antiinflamatorias y expectorantes, el cempasúchil es un aliado eficaz para aliviar los síntomas de resfriados, tos y bronquitis.
Relaja el cuerpo y la mente: Sus componentes calmantes ayudan a reducir el dolor muscular y alivian el estrés, la ansiedad y el insomnio.

¿Cómo preparar una infusión de cempasúchil?

Ingredientes:
2 flores de cempasúchil
1 taza de agua
1 cucharada de miel (opcional)
Preparación:
Separa los pétalos de las flores.
Hierve el agua y agrega los pétalos.
Deja reposar durante 15-20 minutos.
Cuela la infusión y endulza con miel al gusto.

Además de la infusión, el cempasúchil se utiliza en diversas preparaciones:

Gastronomía: Sus hojas se emplean para dar sabor a platillos y sus pétalos se utilizan para decorar postres y bebidas.
Cosmética: El aceite esencial de cempasúchil se utiliza en la elaboración de cremas y jabones con propiedades antiinflamatorias y regeneradoras.
Un regalo de la naturaleza

El cempasúchil es un regalo de la naturaleza que nos ofrece belleza, color y salud. Al incluir esta infusión en nuestra dieta, no solo honramos nuestras tradiciones, sino que también cuidamos de nuestro bienestar.