Un contingente de 600 elementos del Ejército llegó ayer a Culiacán, Sinaloa, con el objetivo de apoyar a las autoridades locales en la realización de patrullajes y en la instalación de puestos de control. Este despliegue militar responde a la alarmante situación de inseguridad en el estado, que ha alcanzado niveles críticos debido a los constantes enfrentamientos entre bandas del Cártel de Sinaloa.

El estado se encuentra en alerta máxima de violencia, exacerbada por una serie de homicidios que han marcado el mes de septiembre, con aproximadamente 70 asesinatos reportados hasta la fecha. Un episodio particularmente violento ocurrió entre el 9 y el 15 de septiembre, cuando un enfrentamiento entre grupos del narcotráfico dejó al menos 28 muertos y 30 desapariciones forzadas en Culiacán.

La situación ha escalado al punto de que el Consulado General de Estados Unidos en Hermosillo emitió una alerta de seguridad para sus ciudadanos, advirtiendo sobre los hechos violentos que han afectado a las comunidades cercanas a Culiacán.

El aumento en la violencia se atribuye a las pugnas por el control del territorio tras la captura de Ismael "el Mayo" Zambada, lo que ha provocado un recrudecimiento de las actividades criminales en la región. Con el apoyo militar, las autoridades esperan contener la violencia y restablecer el orden en una de las áreas más afectadas por el narcotráfico en el país.