El ratopín rasurado, conocido por su excepcional resistencia al cáncer, ahora revela otro superpoder casi tan envidiable como el primero: su insensibilidad al dolor, especialmente al causado por quemaduras cutáneas. Un equipo de investigadores del Max-Delbruck Center for Molecular Medicine en Alemania ha descubierto el mecanismo evolutivo que permite a este mamífero africano soportar condiciones que serían intolerables para la mayoría de los animales.

En un estudio publicado en la revista Cell Reports, dirigido por Gary Lewin, los investigadores describen cómo el ratopín rasurado logra esta cualidad única. En situaciones donde otros animales experimentarían hiperalgesia termal debido a quemaduras solares graves, el ratopín rasurado permanece insensible al dolor, demostrando una adaptación evolutiva notable.

Aunque el descubrimiento inicial de dos casos espontáneos de cáncer en ratopines rasurados el año pasado causó preocupación, estos mamíferos continúan siendo destacados por su capacidad excepcional para resistir tumores malignos, una cualidad que sigue siendo objeto de estudio para aplicaciones potenciales en medicina humana.

El ratopín rasurado, a pesar de no ser conocido por su apariencia, se convierte así en un ejemplo fascinante de cómo la evolución ha dotado a ciertos animales con habilidades que podrían inspirar futuros avances científicos y médicos.

Este estudio subraya la importancia de explorar las adaptaciones naturales de los animales para entender mejor cómo el cuerpo humano puede enfrentar desafíos como el cáncer y el dolor crónico, ofreciendo nuevas perspectivas para la investigación biomédica en el futuro.