Los expertos en nutrición recomiendan consumir no más de una cucharadita diaria de mayonesa, ya que dicha cantidad aporta 70 kilocalorías, 3 gramos de hidratos de carbono, 5 gramos de grasa y 3 gramos de proteínas. Debido a su alto contenido de grasas saturadas, consumir mayonesa en exceso puede elevar el colesterol malo en la sangre y, por tanto, aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Además, su alto contenido de sal contribuye a la inflamación abdominal, la retención de líquidos, la presión arterial alta, la osteoporosis y la insuficiencia cardíaca. Por lo tanto, para quienes buscan perder peso, podría ser beneficioso eliminar la mayonesa de la dieta. Este aderezo no solo contiene grasas, sino también aproximadamente un gramo de azúcar por cucharada, y las versiones bajas en grasa suelen tener más azúcar añadido.

Un estudio realizado por investigadores de la carrera de Ingeniería en Alimentos de la Fundación Universidad Argentina de la Empresa (UADE) incluyó más del 70% de los aderezos comercializados actualmente. Los investigadores clasificaron la mayonesa, incluso en su versión light, en el grupo de precaución de consumo debido a su contenido de grasas, azúcares y sodio, además de los aditivos utilizados para su conservación.

Sin embargo, no todo es negativo. Según la marca Hellmann's, la mayonesa también aporta ácidos grasos esenciales (omega 3 y 6), contribuye a la sensación de saciedad y es un vehículo de vitaminas liposolubles (A, D, E y K). Parte de las grasas que contiene este aderezo son saludables, y si se consume en cantidades moderadas, podría reducir el riesgo de accidente cerebrovascular y evitar el deterioro cognitivo. Además, ayuda al organismo a absorber mejor nutrientes como la vitamina C.

En conclusión, aunque la mayonesa tiene beneficios nutricionales, su consumo debe ser moderado para evitar riesgos a la salud. Limitar su ingesta a una cucharadita diaria puede ser una estrategia efectiva para disfrutar de sus ventajas sin comprometer el bienestar general.