Durante la reciente Conferencia Mundial de Robots en Beijing ha sido sacudida por una polémica que ha generado gran revuelo en las redes sociales. Lo que parecía ser una muestra de los últimos avances en robótica resultó ser una farsa, cuando se descubrió que algunos de los "robots humanoides" exhibidos eran en realidad personas disfrazadas.
La empresa de animatronics Ex-Robots fue la protagonista de este engaño. Varios asistentes al evento quedaron impresionados por la apariencia realista de los robots, capaces de realizar movimientos y expresiones faciales sorprendentes. Sin embargo, un video viral reveló la verdad: dos de los robots eran, en realidad, mujeres vestidas con trajes diseñados para simular una máquina.
La noticia se propagó rápidamente a través de las redes sociales, generando un intenso debate sobre la ética en la demostración de tecnología y la importancia de la transparencia. Muchos usuarios expresaron su decepción y enfado al sentirse engañados.
Byron Wan, periodista que cubrió el evento, destacó la confusión que se generó entre los asistentes, quienes creyeron genuinamente estar frente a robots de última generación. "La gente estaba asombrada por la apariencia de estos robots. Nunca imaginaron que se trataba de una persona disfrazada", comentó Wan.
Si bien Ex-Robots está trabajando en el desarrollo de verdaderos robots humanoides, con la capacidad de percibir el entorno y responder de manera emocional, la decisión de utilizar personas disfrazadas en la conferencia ha generado interrogantes sobre las motivaciones de la empresa. ¿Se trató de una estrategia de marketing para llamar la atención, o de un intento de ocultar los verdaderos avances de la compañía?
La reacción negativa del público ha puesto en tela de juicio la credibilidad de Ex-Robots y ha generado un debate más amplio sobre la importancia de la transparencia en la industria tecnológica. A medida que la inteligencia artificial y la robótica continúan avanzando a pasos agigantados, es fundamental garantizar que las demostraciones y presentaciones sean auténticas y reflejen fielmente el estado actual de la tecnología.
Este incidente sirve como un recordatorio de que, a pesar de los avances tecnológicos, todavía existe un largo camino por recorrer antes de que los robots humanoides se conviertan en una realidad cotidiana.