Por Ismael López B: // El arbitraje y los Tigres terminaron por borrar a los Rayados, propinándoles una dolorosa derrota de 3-0 en la edición 133 del Clásico Regiomontano.

El resultado es exagerado si se analizan a fondo las incidencias del partido, pues Tigres no fue tan superior como el marcador lo sugiere 

Ambos equipos fueron atrevidos en sus formaciones de arranque con 4 delanteros nominales cada uno, pero con mejor incorporación y acompañamiento por los costados por parte de los Tigres.

Lo que no entiendo es la decisión del DT de Rayados en poner a Erick Aguirre, y correr a Stefan Medina de central, quien terminó desubicado. De hecho la defensa terminó siendo un desastre. Incluso Sebastián Vegas, quien venía teniendo destacadas actuaciones, terminó perdido, como perdió la marca de Gignac en el 1-0 cerca del minuto 30.

Esa jugada demuestra lo que fue la defensa de Rayados, con Stefan persiguiendo a Córdoba hacia el costado izquierdo, los laterales perdidos y Vegas permitiendo que Gignac lo anticipara para rozar el centro y anotar su gol 11 en Clásicos, con el cual empató la marca del rayado Bahía en el Derbi.

Ortiz despreció la experiencia y mejor marca de Héctor Moreno y Víctor Guzmán. 

Antes de esa anotación, Rayados había sido ligeramente mejor, con las mejores oportunidades de gol, pero Nahuel Guzmán impidió la caída de su arco al sacar un trallazo lanzado por Govea desde fuera del área, luego desvió un tiro de Maxi Meza en un mano a mano y enseguida sacó un cabezazo de Luis Romo.

Ya con la ventaja, Tigres tomó el mando del partido y fue sacando provecho de la desesperación rayada.

ERA EXPULSIÓN CLARÍSIMA
Pero antes de terminar el primer tiempo, al minuto 42, el árbitro Marco Antonio Ortiz se equivocó tremenda y sospechosamente, pues Córdoba le dió un pisotón a Govea. Era una expulsión clarísima. Pero mañosamente el Var tampoco se lo indicó.

Y Tigres sacó tajada de esa ayuda descarada del arbitraje, pues en el segundo tiempo, cuando Rayados trataba de acomodarse mejor y reaccionar, un craso error entre Andrada y Govea, quien cometió penal sobre el mismo Córdoba, le dió a Gignac su gol 12 en el Clásico y convertirse en el mejor goleador en la historia de este regio duelo.

En más tiempo y más partidos, anotando 6 de esos goles de penal (Bahía no anotó ninguno por esa vía), pero allí está la marca del francés.

A partir de allí, Tigres ya fue superior sobre unos Rayados que no atinaban a hilvanar ataques claros. Y el colofón fue el 3-0, obra de Lainez, aprovechando las facilidades de una defensa ya perdida totalmente.

Así quedó escrita la historia de este Clásico Regio 133, que será recordaba como el día en que Gignac se convirtió en el mejor goleador de este duelo, superando a Bahía, quien hoy lucha por recuperat su salud y superar los estragos que le dejó una embolia que sufrió hace algunos meses atrás.

Así es en la vida y en la cancha, mientras unos gozan y rien, otros sufren y lloran.

A los que les toca gozar baste recomendarles: disfruten sin joder a los derrotados.