Cuando se compra una vivienda, una de las cosas más importantes a tener en cuenta es su ubicación, tal y como demostraron Kirk Lovell y Daniele Penney, una pareja de Canadá que adquirió una casa antigua para después moverla por cerca de un kilómetro sobre el mar hasta su nuevo emplazamiento.

Penney afirma que desde su niñez siempre soñó con vivir en esa casa, construida hace más de un siglo en la localidad de McIvers, en la provincia de Terranova y Labrador. La vivienda cambió varias veces de dueño hasta que finalmente fue comprada por la pareja después de que sus antiguos propietarios anunciaran su demolición para construir una nueva en su lugar, recogen medios locales.

Originalmente, pensaron en transportarla vía terrestre; sin embargo, debido a sus dimensiones no fue posible, ya que no hubiera podido pasar a través de las líneas de suministro eléctrico. Ante esta dificultad, la pareja decidió que la mejor manera de moverla era a través del mar con ayuda de lanchas, tal y como se hiciera hace casi 60 años durante la época del reasentamiento de los habitantes en el área, indica RT.

Para cumplir su objetivo, construyeron un marco con ruedas, el cual fue fijado a 28 barriles de plástico y espuma de poliestireno del tipo que suele utilizarse como material aislante. Una vez sobre la estructura, la casa comenzó a ser remolcada con la ayuda de tres botes.

Sin embargo, a medio camino una de las embarcaciones sufrió una avería, provocando que el inmueble perdiera estabilidad y se inclinara, comenzando a hundirse en el mar. "No sé qué fue más devastador, si ver cómo se hundía la casa delante de nuestros ojos o Kirk remando en su bote sin poder hacer nada", dijo Penney.
Para su fortuna, miembros de la comunidad que observaban la operación se apresuraron a prestarles ayuda y se unieron en los esfuerzos para traer la vivienda a flote de nueva cuenta y transportarla hasta su destino final.

Con información :el imparcial