Paleontólogos del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) hallaron en Quibas, España, un esqueleto de lince ibérico de hace aproximadamente un millón de años.
En esta ocasión el IPHES ha podido recuperar más de un centenar de restos de grandes vertebrados y otros tantos de microvertebrados, aunque el principal y mayor hallazgo ha el esqueleto del lince ibérico de hace un millón de años, que esperan analizarlo para aclarar la historia evolutiva de esta especie protegida.
Entre los restos identificados del lince destacan caninos, fémures, tibias, radios, ulnas, metatarsos, metacarpos, falanges y vértebras, "probablemente pertenecientes a un mismo individuo, y son el registro más completo y antiguo de lince, lo que permitirá aclarar la historia evolutiva de esta especie protegida", según Pedro Piñero, investigador del IPHES y codirector de la excavación junto a Jordi Agustí, profesor de la Universidad Rovira i Virgili (URV).
Otro hallazgo significativo ha sido un molar de un cánido hipercarnívoro, posiblemente el ancestro del licaón (perro salvaje africano) y pariente del actual lobo.
Según el investigador, "este año se han extraído más de un centenar de restos de grandes vertebrados, incluyendo huesos y dientes bien conservados de rinocerontes, caballos, macacos, zorros, cabras, ciervos, liebres, tortugas y aves rapaces, y cientos de restos de pequeños vertebrados como roedores, reptiles y anfibios y aves".
A través de estos restos se pretende hacer investigaciones para conocer los antecedentes de dichos animales y así poder entender diversos eventos de la fauna como climáticos.