Idealmente, el nivel de sal en el cuerpo debería ser "igual" en la membrana celular y en la célula. Sin embargo, cuando la concentración de sal externa es alta, la célula eliminará parte de su contenido líquido para restablecer el equilibrio perdido. Pero, si esto no funciona, puede comenzar el proceso de deshidratación, que afecta a todo el cuerpo.

Cuando el exceso de sal ingresa a la sangre, las arterias se endurecen, lo que dificulta la circulación de la sangre, lo que aumenta el riesgo de insuficiencia cardíaca.

Cuando el consumo de sal es elevado, otro riesgo que se presenta a nivel fisiológico. El riñón es un filtro natural que ayuda a limpiar la sangre y es responsable de la producción de orina. A través de la orina, el cuerpo puede autorregular su nivel de salinidad.

Pero el cuerpo humano solo puede liberar una cierta cantidad de sal a través de la orina. Por lo tanto, si la concentración de sal en el cuerpo humano es demasiado alta, los riñones tendrán que comenzar a absorber agua del almacenamiento del cuerpo, lo que puede provocar una deshidratación grave.

Información: Mundo Sano