Te contamos de qué está hecha la salsa inglesa

Te contamos de qué está hecha la salsa inglesa

Te contamos de qué está hecha la salsa inglesa Te contamos de qué está hecha la salsa inglesa.

La salsa inglesa la utilizamos normalmente para preparar cortes de carne, cervezas o incluso como un aditamento para las pizzas y en sopas para realzar los sabores. Este producto tiene su origen en Inglaterra, razón por la que de ahí se deriva su nombre y para muchos es un secreto los ingredientes con los que está hecho.

La salsa ingresa es la favorita de muchos debido a que le añade a los alimentos un toque ácido y aunque es su apariencia es muy parecida a la salsa de soya, su sabor es diferente. A continuación, te contamos de qué está hecho este producto.

Historia de la salsa inglesa

Se asegura que el origen de la salsa inglesa o también conocida como salsa Worcestershire se remonta a 1830 cuando Lord que probablemente vivió en el condado de Ombersley, Worcestershire la probó en la India, pero al volver al Reino Unido pidió que John Lea y William Perrins la recrearan, sin embargo, el sabor obtenido no fue del gusto de los británicos por lo que guardaron la salsa en una bodega.

Años más tarde, Lea y Perrins encontraron la salsa y se dieron cuenta que con la fermentación su sabor había mejorado por lo que comenzaron a comercializarla en toda Europa y años más tarde a otras partes del mundo, indica Milenio.

La receta original de la salsa inglesa contiene principalmente agua, una base de vinagre, azúcar, sal, ajo, cebolla, una variedad de especias, pulpa de tamarindo, entre otros, sin embargo, El poder del consumidor analizó los ingredientes de las salsas inglesas que venden en el supermercado y encontró ingredientes no tan sanos.

En el análisis se encontró que la salsa inglesa comercial contiene, además de los ingredientes anteriormente mencionados, puré de manzana, piloncillo, proteína hidrolizada de soya, saborizantes artificiales, glutamato monosódico, y colorantes como caramelo clase III y caramelo clase IV.

La salsa inglesa tiene 1,200 miligramos de sodio por cada 100 mililitros, por lo que una alta ingesta de sal es asociada con presión arterial elevada o hipertensión. Por otra parte, El poder del consumidor menciona que el colorante caramelo IV es clasificado como cancerígeno en el estado de California en Estados Unidos, además que el 46 por ciento de los ingredientes son químicos artificiales.