En el mundo hay platos de todo tipo. Y si bien en algunas culturas podrían verse como comidas “normales”, en otras son aborrecidas o vistas como extrañezas. Uno de estos es el hongeo, un plato típico de la provincia de Jeolla, en Corea del Sur. Para la cultura latinoamericana es prácticamente desconocido pero, algunos extranjeros que lo probaron lo han descripto su olor como de “baño público”.
La comida es preparada con una variedad de pescados y calamares que dejan fermentar. Tiene un gusto similar al queso con calamar y almejas. Pero su olor, comparado con “ropa mojada”, le hace mala fama. El aroma se debe a que desprende gases de amoníaco similares al azufre. En la región se acostumbraron y por eso se permiten comerlo.
Y, aunque parezca ser autóctono de Corea del Sur, no todos allí son fanáticos de este plato. Justamente, una persona de allí comento en diálogo con The New York Times que “no puede entender quién pagaría por comer un pescado podrido en un restaurante que huele como un baño público sucio”.
La carne de mantaraya es marinada durante un mes en los líquidos que secreciona de su cuerpo a través de la piel. Básicamente, el mal olor se debe a que la comida marina en su propia orina durante mucho tiempo, indica Radio Mitre.
Cómo hay que comer el hongeo
La periodista gastronómica de ese país, Sue Ahn, explicó cómo se debe comer: “Tienes que coger el hongeo, inspirar por la boca y luego expirar por la nariz. Después, te lo comes. Una vez que se supera el olor, se busca esa sensación de menta en el fondo de la garganta que muchos dicen que es adictiva”.