5 Escritores con graves problemas de alcoholismo 

5 Escritores con graves problemas de alcoholismo 

5 Escritores con graves problemas de alcoholismo  5 Escritores con graves problemas de alcoholismo .

La creatividad y el ingenio literario de algunos de los más importantes autores de la historia, ha venido acompañada de un gusto a veces desmedido por la bebida. 

Había para quienes era una fuente de inspiración,  y para otros un recurso para escapar de su realidad. Por más grandiosos y brillantes que nos parezcan, no dejan de ser seres humanos con sus propias inseguridades, miedos, deseos y anhelos. 

1. Ernest Hemingway 
Aunque cuenta la leyenda que Hemingway bebía a diario un mojito durante sus años en Cuba, lo cierto es que como diabético prefería bebidas menos dulces. Su favorita era la absenta, que tomaba como parte del cóctel. Aunque bebió durante toda su vida, comenzó a perder el control tras un accidente de avión en África. Se refugió en el alcohol para sobrellevar el dolor que le causaban sus heridas, y ya nunca fue capaz de disminuir la cantidad, algo que agravaría su trastorno bipolar. Terminó suicidándose dándose un tiro con su propia escopeta. 

2. Edgar Allan Poe 
Se dice que el problema no era que fuese alcohólico, sino que apenas tenía resistencia a la bebida. Débil a causa de una disfunción cardíaca, el beber le estimulaba, pero al mismo tiempo le sentaba fatal. Un día despertó en una ciudad desconocida, con su ropa roída, y balbuceando incoherencias. Su estado estaba tan malogrado que la gente no habría distinguido entre el aclamado un escritor y un mendigo más de la Inglaterra Victoriana. 

3. Scott Fitzgerald.
Para el escritor de la aclamada novela “El gran Gatsby”, que después fue adaptada al cine por Leonardo Di Caprio, la ginebra era el único modo con el que conseguía mantener el ritmo de fiestas en los años 20, pero el llevaba con problemas de alcoholismo desde su época universitaria y nunca logró superarlos, lo que le llevó a tener, en los años 30, una salud muy precaria.

4. Oscar Wilde 
El novelista, cuentista y dramaturgo irlandés era un gran fan de la absenta, comenzó a beber en exceso durante su exilio en Europa tras salir de la cárcel. Se pasaba el día vagabundeando por las calles y gastando el poco dinero que tenía en alcohol, pero no en un alcohol cualquiera, su favorito era el champán. Le gustaba tanto, que incluso le sirvió como analgésico en su lecho de muerte (aunque quizá hiciese más el opio del que lo acompañaba).

5. Raymond Chandler 
Mientras escribía el guión de ‘La dalia azul’, tuvo que explicar a los productores que tenía bloqueo de escritor, y que solo podría superarlo, escribiendo totalmente ebrio. Pero según sus amigos, el alcohol no solía sentarle nada bien, ya que cuando bebía se ponía de lo más pesado y amenazaba con suicidarse. Por supuesto, al día siguiente, no recordaba nada.En los años 30, antes de que comenzase su carrera de escritor, lo habían echado de su trabajo por beber demasiado, amenazar con suicidarse y acostarse con la mitad de sus compañeras de trabajo.