Detrás de los grandes ojos y las orejas puntiagudas de Stitch, el carismático alienígena de Lilo & Stitch, se esconde una inspiración muy terrestre: el tarsero filipino, un diminuto primate nocturno originario del sudeste asiático.
Aunque a primera vista Stitch podría recordar a un cachorro, un koala o incluso un oso de peluche, fue el Carlito syrichta, nombre científico del tarsero, el que sirvió como referencia clave para su diseño. Este pequeño animal, que mide menos de 15 centímetros, vive en los árboles de Filipinas y es conocido por su mirada penetrante, sus orejas móviles y su ágil movilidad, rasgos que cautivaron al equipo creativo de Disney.
“Queríamos que Stitch tuviera una cara que pudiera expresar emociones muy humanas, pero que también se sintiera como algo que no pertenece a este mundo. El tarsero fue la clave”, explicó uno de los diseñadores del filme.
El objetivo era claro: crear un personaje único y exótico, pero con un aire familiar y entrañable que permitiera al público conectar emocionalmente con él, a pesar de ser un ser de otro planeta. El tarsero, con su aspecto curioso y expresivo, fue perfecto para transmitir tanto ternura como misterio.
Las similitudes entre Stitch y el tarsero:
• Ojos grandes: permiten expresar una amplia gama de emociones.
• Orejas móviles: reflejan estados de alerta, confusión o alegría.
• Cuerpo compacto y cabeza redonda: proporcionan un diseño distintivo y simpático.
• Movimientos ágiles y saltos precisos: ambos son increíblemente rápidos y flexibles.
• Habilidades especiales: el tarsero puede girar su cabeza 180 grados y comunicarse por ultrasonidos, lo que lo hace casi tan sorprendente como el propio Stitch.
Al optar por un animal poco conocido, Disney apostó por lo inesperado, logrando un personaje que mezcla lo fantástico con lo real. Stitch no solo conquistó corazones con su rebeldía y dulzura, sino que también sirvió para poner bajo los reflectores a una especie fascinante y poco difundida.
Con esta decisión creativa, Disney demostró una vez más que la inspiración puede venir de los lugares más insospechados, incluso de lo profundo de las selvas de Filipinas.