En un momento de alta tensión política en Estados Unidos, Elon Musk ha avivado el debate público al sugerir la creación de un nuevo partido político que represente al electorado “del centro”, alejado de los extremos del bipartidismo tradicional.

La propuesta fue lanzada a través de su red social X, donde el empresario preguntó a sus seguidores si consideran necesario formar un partido para el “80 por ciento” de los ciudadanos estadounidenses. La respuesta fue contundente: más de 5.6 millones de personas participaron en la encuesta, y el 80 % votó a favor de la iniciativa.

La idea de Musk llega en medio de un nuevo conflicto con el presidente Donald Trump, con quien ha protagonizado recientes cruces en redes sociales y medios de comunicación. El impacto fue inmediato: Trump convocó a su equipo de campaña a una reunión de emergencia en Camp David para evaluar la situación y diseñar una estrategia frente a lo que ya consideran una “nueva guerra” política contra el magnate de Tesla y SpaceX.

Fuentes cercanas al Partido Republicano han expresado su preocupación ante el potencial atractivo que un partido liderado por Musk podría tener entre votantes moderados, que se sienten cada vez más distanciados de las posiciones extremas de ambos bandos tradicionales.

Aunque Estados Unidos ha sido dominado históricamente por un sistema bipartidista, ha habido intentos de terceras fuerzas políticas —como el Partido Libertario, el Partido Verde o la candidatura independiente de Ross Perot en 1992— que si bien lograron atención mediática, no consiguieron romper el dominio político en elecciones federales.

Sin embargo, la diferencia en esta ocasión es el peso mediático y tecnológico de Elon Musk, quien no solo tiene millones de seguidores, sino que también controla canales de comunicación directa como X, lo que le permite moldear la narrativa pública a su favor.

Hasta ahora, la propuesta carece de nombre, manifiesto o estructura organizativa formal, pero la publicación ha generado miles de respuestas —tanto de apoyo como de escepticismo—, y analistas ya prevén que un movimiento político impulsado por Musk podría dividir el voto conservador y modificar el mapa electoral de cara a 2028 o incluso antes.

Para algunos, este movimiento es parte de una estrategia personal del empresario para contrarrestar el poder de Trump y posicionarse como una figura influyente en el debate nacional, más allá del mundo empresarial y tecnológico.

Por ahora, la propuesta está en fase inicial, pero su sola existencia ya ha puesto en alerta al establishment político estadounidense. Las próximas semanas serán claves para saber si Musk convertirá su idea en una fuerza política real o si se trata de una jugada táctica en su enfrentamiento con el expresidente Trump.