La comitiva del presidente de Rusia, Vladimir Putin, sufrió un atentado este sábado 29 de marzo en Moscú, cuando una de las limusinas de lujo de su caravana oficial explotó a pocas cuadras de la sede del Servicio Federal de Seguridad (FSB) en Lubyanka.
Hasta el momento, las autoridades rusas no han confirmado si se trató de un intento de asesinato o un accidente, mientras los equipos de emergencia lograron sofocar las llamas y poner a salvo al personal que viajaba en el vehículo.
El atentado ocurre un día después de que el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, hiciera una declaración en la que aseguró que Putin “morirá pronto”, afirmando que con su muerte terminaría el conflicto armado entre ambos países.
En una entrevista para Eurovisión News, Zelensky pidió a sus aliados que mantuvieran las sanciones contra Rusia y reiteró su postura en contra de cualquier negociación que implique levantar las restricciones impuestas a Moscú.
La explosión se da en un contexto de creciente tensión en 2025, cuando Estados Unidos ha intentado mediar en un acuerdo para una tregua entre Rusia y Ucrania sin éxito.
Hasta el momento, no se han reportado heridos o víctimas mortales por la explosión, pero el incidente ha generado nuevas especulaciones sobre la seguridad del mandatario ruso y el futuro del conflicto.
Las autoridades rusas han iniciado una investigación para determinar las causas del atentado y si hay alguna relación con amenazas externas o internas contra el Kremlin.