México debe sumarse a la investigación científica en la Antártida, un laboratorio único frente al cambio climático. Esta es la llamada que realizó Patricia Valdespino Castillo, profesora de la Escuela Nacional de Ciencias de la Tierra de la UNAM, durante su participación en la mesa redonda “Ártico y Antártida: experiencias en los glaciares”.
Valdespino Castillo destacó que la Antártida ofrece oportunidades sin precedentes para la investigación científica, y que la ciencia es la puerta de entrada a este continente. Sin embargo, México es el único país latinoamericano de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que no ha suscrito el Tratado Antártico, mientras que 11 naciones de la región ya lo han hecho.
El Tratado Antártico es un acuerdo internacional que establece a la Antártida como una reserva natural para la paz y la ciencia. Fue firmado en Washington en 1959 por 12 naciones y entró en vigor en 1961. Actualmente, 58 países forman parte del acuerdo.
La especialista alertó que lo que sucede en la Antártida afecta a México, pues debido al calentamiento global se esperan futuros escenarios de inundación e intrusión salina en algunas regiones del país, especialmente en las costas de Veracruz y la Península de Yucatán.
Valdespino Castillo explicó que han estudiado microorganismos antárticos, llevando muestras a laboratorios de la UNAM, para entender cómo responden los ecosistemas al cambio ambiental.
Ana Cecilia Espinosa García, técnica académica del Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad, narró su experiencia al recolectar muestras de agua proveniente del deshielo de los glaciares, que contienen bacterias, cianobacterias, algas, hongos y virus, entre otros, ocultos en los tapetes microbianos.
Entre los ejemplos de biociencia antártica para el progreso sustentable destacan las celdas fotovoltaicas a partir de pigmentos de bacterias y algas, bacterias que remedian suelos contaminados con hidrocarburos y estudios de estrés térmico e hídrico de microbios y plantas para buscar cultivos más resistentes.
La UNAM insta a México a sumarse a la investigación científica en la Antártida y a suscribir el Tratado Antártico, para contribuir a la comprensión y mitigación del cambio climático.