El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, arremetió este jueves contra la política arancelaria del mandatario estadounidense, Donald Trump, advirtiendo que su país podría responder con medidas similares si se ve afectado por los nuevos impuestos comerciales.
“Estoy muy preocupado por la política del Gobierno estadounidense por esos aranceles a todos los productos y de todos los países”, declaró Lula en una rueda de prensa en Tokio, al finalizar su visita de Estado a Japón.
Sus declaraciones se producen luego de que Trump anunciara un arancel del 25 % a todos los automóviles importados a partir del próximo 2 de abril, una medida que ha generado reacciones en varios países.
Lula subrayó que estas decisiones unilaterales perjudican el comercio internacional y debilitan el sistema multilateral.
“El libre comercio es el perjudicado y el multilateralismo está siendo derrotado”, enfatizó.
Además, lanzó una crítica directa a Trump: “El presidente estadounidense no es el sheriff del mundo, es solo el presidente de los Estados Unidos”.
El mandatario brasileño hizo un llamado al diálogo en lugar de la imposición de restricciones comerciales sin consenso internacional.
“Sería más apropiado conversar con otros líderes para acordar políticas de precios beneficiosas para todas las partes”, sostuvo.
También cuestionó la efectividad de la medida tomada por el gobierno estadounidense, asegurando que lo único que logrará es encarecer los automóviles para los consumidores estadounidenses y aumentar la inflación, lo que podría traducirse en una contracción económica en Estados Unidos.
Lula dejó claro que Brasil no se quedará de brazos cruzados si los aranceles de Trump afectan la economía de su país.
“Aplicaremos reciprocidad”, advirtió, en referencia a la posibilidad de imponer aranceles a productos estadounidenses como respuesta a la nueva política comercial de Washington.
Tras su visita de cuatro días a Japón, Lula viajará a Vietnam, donde se reunirá con el primer ministro Pham Minh Chinh y el presidente Luong Cuong.
Durante su estancia en Tokio, el presidente brasileño sostuvo una cumbre con el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, en la que discutieron iniciativas conjuntas de descarbonización y la posibilidad de un acuerdo de libre comercio entre Japón y el Mercosur.
Lula concluyó su visita reiterando que la democracia y el multilateralismo enfrentan amenazas debido al aumento del proteccionismo y el autoritarismo en el mundo. Además, advirtió sobre la creciente tensión entre Estados Unidos y China, describiéndola como “una nueva guerra fría” que podría afectar la estabilidad global.