En medio de las largas filas y el servicio deficiente que los usuarios del transporte público enfrentan a diario, la Junta de Gobierno del Instituto de Movilidad y Accesibilidad del Estado aprobó un aumento gradual en la tarifa del transporte urbano. Este incremento, que comenzará a aplicarse en enero de 2025, incluirá un "deslizamiento mensual" de 10 centavos hasta alcanzar los $17 en agosto de 2026.
La tarifa ordinaria, que actualmente es de $13, aumentará hasta llegar a $17 en un plazo de 20 meses. Por otro lado, la tarifa preferencial subirá de $9.51 a $10. Además, el costo del primer transbordo ordinario pasará de $6.50 a $8.50, mientras que el preferente incrementará de $4.76 a $5.
El aumento fue avalado durante la sesión del pasado 3 de enero y será oficializado mediante su publicación en el Periódico Oficial del Estado. La decisión se tomó tras la recomendación de la Comisión de Tarifas y el Consejo Consultivo, quienes plantearon la necesidad de ajustes para mejorar la eficiencia del servicio.
Aunque el incremento será gradual, se anunciaron tarifas preferenciales y subsidios destinados a grupos vulnerables que no puedan cubrir el costo total. Según estimaciones, el subsidio requerido para mantener el tope máximo de $17 será de $248 millones de pesos mensuales, cifra que el estado utilizará para garantizar la viabilidad del sistema.
Por otro lado, el gobierno busca fomentar el uso de la tarjeta "Me Muevo" en más rutas urbanas, reemplazando gradualmente a la Tarjeta Feria. Esto implicará que los usuarios deban adaptarse al nuevo sistema de pago digital para evitar complicaciones.
El aumento ha generado una fuerte división entre los usuarios. Algunos consideran que el ajuste era inevitable para mejorar la calidad del servicio, mientras que otros critican que los incrementos llegan en un momento en que el sistema enfrenta serias deficiencias en cobertura y frecuencia.
Sin embargo, durante la sesión se destacó que se eliminó la propuesta de implementar una "tarifa de castigo", lo que fue visto como un alivio para los usuarios habituales.
Mientras los ajustes tarifarios entran en vigor, los usuarios enfrentan los mismos problemas: largas esperas, unidades en mal estado y recorridos ineficientes. Aunque el gobierno promete que el aumento permitirá mejorar el servicio, los usuarios esperan que las mejoras sean visibles antes de que los costos alcancen su máximo en 2026.