Las autoridades laborales de Brasil han emitido una denuncia grave en relación con la situación de trabajadores chinos empleados en la construcción de una fábrica de vehículos eléctricos de la empresa BYD, ubicada en el estado de Bahía. Según las autoridades, los trabajadores son víctimas de tráfico de personas, una acusación que ha provocado que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil suspenda temporalmente la emisión de visas de trabajo para empleados de BYD.
Los trabajadores involucrados ingresaron al país con visas temporales, pero las autoridades brasileñas aseguran que fueron trasladados de manera irregular y se les asignaron condiciones laborales "similares a la esclavitud". En respuesta, la Fiscalía del Trabajo ha exigido que BYD y su contratista, Jinjiang Group, alberguen a los 163 trabajadores en hoteles mientras se negocia una solución para finalizar sus contratos laborales.
A pesar de las acusaciones, Jinjiang Group ha rechazado estas afirmaciones, calificándolas de malentendidos debido a traducciones incorrectas. Sin embargo, no han ofrecido más detalles sobre el asunto.
Este escándalo llega en un momento delicado para BYD, una de las compañías líderes en la fabricación de vehículos eléctricos. Brasil es actualmente el mayor destino de exportación de la empresa fuera de China, representando casi el 20% de sus ventas internacionales de enero a noviembre de 2024. La fábrica en construcción, con una inversión de 620 millones de dólares, tiene como objetivo producir 150 mil vehículos al año, lo que coloca a la empresa en una posición clave para expandir su presencia en el mercado global.
El caso ha generado preocupación sobre el impacto en la reputación de BYD, justo cuando la empresa ha superado a gigantes automotrices como Ford y Honda en ventas este año. La situación pone en tela de juicio las prácticas laborales de la empresa, especialmente en un momento en que está consolidando su posición como uno de los mayores fabricantes de vehículos eléctricos del mundo.
Este caso también ha abierto un debate sobre el modelo de inversión extranjera en Brasil. Mientras el país busca atraer inversiones, la presencia de trabajadores extranjeros ha sido vista por algunos sectores como una limitación a la creación de empleos locales. La colaboración entre Brasil y China ha crecido en los últimos años, pero incidentes como este podrían generar tensiones y llevar a una revisión de las condiciones laborales bajo las cuales las empresas chinas operan en el país.
Por su parte, el gobierno chino ha expresado su compromiso con la protección de los derechos laborales y ha asegurado estar en contacto con las autoridades brasileñas para verificar los hechos y resolver la situación.
La investigación sobre las condiciones laborales en la construcción de la fábrica de BYD continúa, lo que plantea interrogantes sobre las prácticas de las multinacionales en el país y la protección de los derechos de los trabajadores extranjeros. Mientras tanto, las autoridades brasileñas trabajan en la resolución del caso, y la situación podría tener implicaciones tanto para los trabajadores involucrados como para la relación económica entre Brasil y China.