El Gobierno de México informó este jueves 26 de diciembre que está en conversaciones con países de América Latina para buscar alternativas frente a la política de deportaciones masivas anunciada por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. La propuesta incluye que los migrantes deportados sean enviados directamente a sus países de origen, en lugar de ser aceptados en territorio mexicano.
Durante la conferencia matutina conocida como "La Mañanera del Pueblo", la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que el canciller Juan Ramón de la Fuente lidera estos esfuerzos diplomáticos. "El canciller, ya lo va a explicar él, pero (está hablando) con varios países, particularmente en Centroamérica. Siempre vamos a estar cerca de América Latina", indicó Sheinbaum, aunque evitó profundizar en detalles.
La mandataria reiteró la postura del gobierno mexicano de insistir a Estados Unidos en que las repatriaciones se realicen a los países de origen de los migrantes. “Por supuesto que nosotros vamos a seguir defendiendo a los mexicanos y a las mexicanas en Estados Unidos, es lo que nos corresponde, y en caso de que haya deportaciones, prepararnos para poderles dar la bienvenida”, aseguró desde Palacio Nacional.
Las políticas migratorias de Trump generan incertidumbre en México, ya que los mexicanos representan cerca de la mitad de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos. Las remesas enviadas por estos trabajadores constituyen casi el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) de México, con un récord estimado de 65 mil millones de dólares en 2024.
Además, el gobierno mexicano enfrenta una presión interna debido al aumento significativo de migrantes irregulares en su territorio. De enero a agosto de este año, se registraron más de 925 mil migrantes en situación irregular, lo que representa un incremento del 132% en comparación con el año anterior.
Sheinbaum ha expresado su compromiso de solidarizarse con los migrantes de América Latina, pero ha dejado claro que la prioridad será atender a los mexicanos deportados. “Si bien tenemos un tratado comercial con Estados Unidos y Canadá (el T-MEC), siempre vamos a estar cerca de América Latina”, subrayó.
Con este enfoque, México busca balancear su papel como país de tránsito y destino en una región marcada por la complejidad migratoria, mientras refuerza su posición frente a las políticas de su vecino del norte.