La Navidad llegó con un sabor amargo para los habitantes de Emiliano Zapata, Morelos, luego de que el alcalde Sergio Alba Esquivel ordenara retirar los adornos navideños que decoraban las principales calles de la localidad. La acción, que se justificó como parte del fin de su administración, desató una ola de indignación en redes sociales, donde los vecinos no tardaron en compararlo con el "Grinch", el icónico personaje conocido por odiar la Navidad.  
 
Según difundieron usuarios en plataformas digitales, las calles y plazas públicas del municipio estaban adornadas con luces y decoraciones navideñas que fueron retiradas apenas unas semanas antes de la conclusión de la administración del alcalde, cuyo mandato finaliza este 31 de diciembre.  

En respuesta a las críticas, el Ayuntamiento de Emiliano Zapata publicó un comunicado a través de Facebook, explicando que los adornos fueron retirados como parte de los preparativos para el cambio de administración.  

“Por ello, muy a nuestro pesar, hemos tenido que preparar todos los elementos materiales, incluyendo los adornos navideños que adornan nuestras plazas públicas, incluyendo el Centro del Municipio. Hemos procurado extender el mayor número de días posibles tratando de cumplir con nuestras tradiciones. Agradecemos a todos su comprensión”, detalló el comunicado.  

La decisión no fue bien recibida. En redes sociales, habitantes del municipio acusaron al edil de "arruinar la magia de la temporada" y señalaron que la medida carece de sensibilidad hacia las tradiciones y el espíritu festivo.  

“Pudo haber dejado la decoración hasta después de Navidad. No todo es cuestión administrativa, también es cuestión de empatía”, escribió un usuario en Facebook. Otros cuestionaron si la nueva administración revertiría la medida y reinstalaría los adornos.  

Por ahora, no hay información oficial sobre si los adornos serán reinstalados por las nuevas autoridades. Mientras tanto, el malestar persiste entre los habitantes de Emiliano Zapata, quienes consideran que la Navidad ha perdido parte de su encanto este año debido a lo que califican como una decisión apresurada e insensible.  

La controversia pone de manifiesto la importancia de mantener vivas las tradiciones locales, especialmente en temporadas que unen a las comunidades y fomentan el espíritu de unión y alegría.