Conducir en días calurosos puede ser un desafío, y muchas personas se preguntan qué opción consume más gasolina: usar el aire acondicionado o bajar las ventanas. Ambas alternativas tienen un impacto en el rendimiento del combustible, pero la respuesta depende en gran medida de la velocidad a la que se viaje.  

El aire acondicionado es un recurso imprescindible para muchos conductores durante el calor extremo. Sin embargo, su uso incrementa la carga del motor al activar el compresor, lo que genera un consumo adicional de combustible. Según David Cohen, quien cita a la Sociedad de Ingenieros Automotrices de Estados Unidos, el aire acondicionado puede consumir alrededor del 10% del combustible.  

Por otro lado, conducir con las ventanas abajo también afecta el consumo debido al aumento de la resistencia aerodinámica. Este factor puede elevar el gasto de gasolina entre un 5% y un 20%, dependiendo de la velocidad.  

El punto crucial está en cómo la velocidad del vehículo influye en ambas opciones:  

- A menos de 64.4 kilómetros por hora (aproximadamente 40 mph), la resistencia al viento es mínima, por lo que conducir con las ventanas abajo es más eficiente en términos de consumo de gasolina.  
- A partir de esa velocidad, el aire acondicionado se convierte en la mejor opción, ya que la resistencia aerodinámica aumenta exponencialmente y genera un mayor consumo con las ventanas abiertas.  

Si conduces a velocidades bajas, como en trayectos urbanos, optar por bajar las ventanas puede ser una opción más económica. Sin embargo, para viajes en carretera o a altas velocidades, es preferible utilizar el aire acondicionado para mantener el consumo de combustible bajo control y disfrutar de un viaje cómodo.  

Con esta información, los conductores pueden tomar decisiones informadas para mantenerse frescos al volante sin comprometer demasiado el rendimiento de su vehículo.