El Olympique de Lyon atraviesa una de sus peores crisis financieras en la historia reciente del club, lo que podría tener consecuencias graves al término de la temporada 2023-2024. La Dirección Nacional de Control de Gestión (DNCG), la autoridad encargada de supervisar la situación financiera de los clubes en Francia, emitió un comunicado este viernes en el que anuncia que el Lyon no podrá realizar fichajes durante el próximo mercado de invierno.

La DNCG ha sido tajante al desestimar los esfuerzos del presidente del club, John Textor, quien había intentado tranquilizar a la afición afirmando que las conversaciones con la Liga de Futbol Profesional (LFP) habían sido positivas. Sin embargo, el organismo ha mantenido una postura firme y ha advertido que, si el Olympique de Lyon no mejora su estado financiero, será automáticamente relegado a la Ligue 2 al final de la temporada.

La situación económica del club es alarmante. El Lyon ha declarado una deuda financiera de 505.1 millones de euros, una cifra que ha generado dudas sobre la viabilidad del grupo Eagle Football, propietario del club. Los auditores han señalado que, a este ritmo, el Olympique podría seguir el mismo destino que el Girondins de Burdeos, que en su momento descendió de categoría debido a problemas financieros similares.

Además de la prohibición de fichar jugadores, el club se enfrenta a la posibilidad de no poder reforzar su plantilla en el mercado de invierno, lo que podría poner en peligro su competitividad en la Ligue 1 y aumentar las posibilidades de descenso. Las autoridades deportivas buscan prevenir un colapso económico que pondría en peligro la sostenibilidad a largo plazo del Olympique de Lyon.

La presión sobre el club se incrementa mientras los seguidores esperan una pronta solución para evitar que este histórico equipo francés caiga en la segunda división.