Lily Born, una niña de tan solo 11 años, diseñó una solución que cambiaría la vida de su abuelo, quien sufría de Parkinson, y la de miles de personas en todo el mundo. Inspirada por los temblores que afectaban la capacidad de su abuelo para sostener una taza convencional, Lily inventó la "Kangaroo Cup", una taza especialmente diseñada para proporcionar mayor estabilidad y evitar derrames accidentales.
La idea surgió cuando Lily, a la edad de 9 años, observó las dificultades de su abuelo para sostener una taza debido a los temblores causados por el Parkinson. Al ver cómo constantemente derramaba líquidos sobre sí mismo, Lily decidió tomar acción. Su objetivo era sencillo pero ambicioso: crear una taza que fuera más estable y que redujera el riesgo de derrames.
La primera versión de la "Kangaroo Cup" fue creada por Lily en su propia casa. Se trataba de una taza con tres patas que la mantenían estable sobre cualquier superficie, lo que permitía que no necesitara ser sostenida con firmeza en todo momento. Impresionado por el ingenio de su hija, el padre de Lily decidió apoyar la idea y lanzó una campaña de crowdfunding para comercializar la taza.
La respuesta fue abrumadora, y la primera versión de la taza, fabricada en plástico, fue un gran éxito. Con el tiempo, Lily y su padre perfeccionaron el producto. La taza pasó a fabricarse en cerámica para darle mayor durabilidad, pero al notar que este material presentaba limitaciones, volvieron a rediseñarla. Finalmente, lanzaron una versión mejorada en plástico irrompible, con asas más grandes y patas más resistentes.
Lo que distingue a la Kangaroo Cup de otras tazas es su diseño único. Las tres patas integradas en la base proporcionan una estabilidad superior, lo que reduce significativamente las posibilidades de derrames, incluso en situaciones de temblores. Además, el centro de gravedad bajo evita que la taza se vuelque con facilidad. Las asas grandes y ergonómicas permiten un agarre más firme, facilitando su uso para personas con control motor limitado, como quienes padecen Parkinson u otras condiciones similares. Esta innovación ha permitido que miles de personas beban de manera más independiente y segura.