¡No soporto! Piñateria Ramirez revelan que Angela Aguilar los demando

  ¡No soporto! Piñateria Ramirez revelan que Angela Aguilar los demando ¡No soporto! Piñateria Ramirez revelan que Angela Aguilar los demando.

 Christian Nodal y Ángela Aguilar se convirtieron en el centro de atención en la última creación de la Piñatería Ramírez, conocida por sus diseños inspirados en figuras públicas y eventos virales. La piñata, lanzada en medio del escándalo que involucró a Nodal y Cazzu, ha generado un considerable interés entre los compradores y se ha convertido en un éxito comercial indiscutible.

El establecimiento capitalizó rápidamente la controversia que rodea la relación entre Nodal y Aguilar, asegurando que la piñata se está vendiendo a un ritmo acelerado. Esta estrategia de diseñar piñatas basadas en figuras populares de internet ha fortalecido aún más la reputación de la tienda por su capacidad para captar la atención del público.

El impacto en las redes sociales fue notable, con usuarios compartiendo imágenes y opiniones sobre la piñata, elogiando la creatividad de la Piñatería Ramírez para adaptar temas de actualidad en sus productos.

Sin embargo, la popularidad también atrajo consecuencias legales. En una entrevista reciente con De Primera Mano, la Piñatería Ramírez reveló haber implementado ajustes en sus diseños para evitar problemas legales, aunque Ángela Aguilar finalmente ha presentado una demanda contra el negocio.

El propietario de la Piñatería explicó: "Tratamos de hacer algunos cambios para evitar la similitud exacta con las personas reales, como modificar detalles como tatuajes. Sin embargo, la demanda fue interpuesta, y ahora estamos buscando asesoramiento legal para enfrentar este desafío".

Hasta el momento, no se ha proporcionado información sobre el estado actual del proceso legal ni ha habido comentarios por parte de los representantes de Ángela Aguilar. Los seguidores de la piñatería en redes sociales han expresado opiniones encontradas, algunos apoyando la acción legal como una medida justa ante lo que consideran una falta de respeto, mientras que otros opinan que la reacción es exagerada dada la naturaleza mediática del incidente.

El caso destaca la delgada línea entre la creatividad comercial y los derechos de imagen, planteando un debate sobre los límites de la sátira y el uso de la imagen pública en el comercio minorista.