La localidad japonesa de Fujikawaguchiko ha tomado una medida drástica: tapar una popular vista del icónico Monte Fuji con una cortina negra. El martes 21 de mayo de 2024, un equipo de trabajadores municipales instaló una barrera de 2,5 metros de altura y 20 de longitud, en un esfuerzo por mitigar las molestias causadas por la afluencia masiva de turistas.

La decisión fue anunciada por el ayuntamiento de Fujikawaguchiko en abril, después de que los residentes locales se quejaran de la conducta irrespetuosa y los desechos dejados por los visitantes en el lugar. Aunque el Monte Fuji, conocido como “Fujisan”, ha sido históricamente un destino turístico popular, el aumento de la basura, incluyendo botellas de plástico, restos de comida y prendas de vestir abandonadas, ha generado preocupación entre las autoridades locales.

La vista bloqueada destacaba por ofrecer una perspectiva única del Monte Fuji, con su majestuosa silueta elevándose sobre una tienda de conveniencia Lawson. Esta ubicación atraía a multitudes de turistas que congestionaban la estrecha acera, fumaban en áreas no designadas, cruzaban la carretera con semáforos en rojo e incluso escalaban la azotea de una clínica dental vecina en busca del ángulo perfecto para sus fotografías.

La medida ha sido recibida con opiniones encontradas entre los visitantes. Algunos, como Christina Roys, una turista neozelandesa, expresaron su pesar por la pérdida de una fotografía emblemática, aunque comprendieron la necesidad de la acción.

El aumento del turismo en Japón ha generado tensiones similares en otras áreas del país. En el Monte Fuji, se implementarán nuevas medidas, como una tarifa de acceso y un límite diario de visitantes en la ruta principal de senderismo hacia la cumbre. En Kioto, se han prohibido los accesos turísticos a las calles del barrio de las geishas debido a casos de acoso a estas mujeres por parte de visitantes en busca de fotografías.