El avance tecnológico ha brindado innumerables beneficios a nuestra vida cotidiana, permitiéndonos desde acceder a cursos hasta vender productos en plataformas como Mercado Libre, Amazon y el popular Marketplace de Facebook. Sin embargo, este mismo universo digital ha dado paso a una preocupante tendencia: las estafas en línea.

Recientemente, una joven argentina se encontró con una oferta tentadora en el Marketplace de Facebook: un departamento en alquiler por 180 mil pesos argentinos, aproximadamente 3,500 pesos mexicanos. Sin embargo, lo que parecía ser una oportunidad única pronto se reveló como una trampa bien elaborada.

Así fue cómo la joven se dio cuenta de la estafa.

La joven, movida por la curiosidad, contactó al anunciante para obtener más detalles sobre la propiedad. Sorprendentemente, solo se requerían dos requisitos mínimos: identificación y recibo de sueldo. A pesar de la aparente legitimidad, la desconfianza surgió cuando solicitó la ubicación exacta del departamento.

Al verificar la dirección proporcionada en Google Maps, la realidad se hizo evidente: la ubicación no coincidía en absoluto con la ofrecida en la publicación. El fraude estaba al descubierto.

En un mensaje claro, la joven argentina reflexiona sobre la falta de cuidado de aquellos que intentan estafar a personas inocentes. La promesa de una ubicación privilegiada en un barrio exclusivo como Caballito se desmorona ante la realidad de la estafa.

Lamentablemente, este no es un caso aislado. Muchos otros usuarios han reportado ser víctimas de engaños similares en el Marketplace de Facebook, desde la venta de dispositivos electrónicos hasta artículos más pequeños como celulares.

Ante esta creciente amenaza, es crucial que los usuarios ejerzan la debida precaución al realizar transacciones en línea. Verificar la identidad del vendedor, investigar la legitimidad de la oferta y, sobre todo, confiar