Un enigma que ha desconcertado a muchos durante décadas finalmente ha sido desvelado por valientes astronautas que han explorado la Estación Espacial Internacional: ¿Cómo huele el espacio?

Según testimonios recientes, el espacio tiene un aroma variado, descrito como una mezcla de almendras quemadas, metal caliente y carne chamuscada. Esta experiencia sensorial, algunos la encuentran agradable, mientras que otros la perciben como desagradable, pero todos coinciden en su intensidad y distinción.

Los científicos explican que este peculiar aroma se origina por reacciones de oxidación durante la despresurización al ingresar a la nave espacial. El oxígeno atómico presente en el espacio se une a los trajes y herramientas de los astronautas, creando un olor a chamuscado al interactuar con el oxígeno biatómico dentro de la nave.

Otra hipótesis sugiere que estos olores provienen de compuestos liberados por estrellas moribundas, como los hidrocarburos policíclicos aromáticos (PAH), que se adhieren a los trajes y generan un aroma distintivo al entrar en la nave.

Intrigada por esta revelación, la NASA se propuso recrear este misterioso aroma para preparar a futuros astronautas. En 2008, contrataron a un químico para identificar las sustancias que emulan este olor único. El resultado fue un perfume llamado ‘Eau de Space’, ahora disponible comercialmente para el público.

Aunque el espacio sigue siendo un enigma, los testimonios de los astronautas y los esfuerzos científicos para comprender sus peculiaridades nos acercan a desentrañar sus secretos. Gracias a ‘Eau de Space’, todos podemos experimentar, aunque sea de manera olfativa, la esencia del universo.