La isla de Aoshima, ubicada al sur de Japón, se ha ganado un lugar en la lista de destinos turísticos más peculiares del mundo. Conocida por su singularidad como hogar de más de 120 gatos, Aoshima ofrece una experiencia única que atrae a visitantes de todas partes en busca de la compañía felina.
La historia de Aoshima se remonta a las antiguas tradiciones pesqueras de Japón, donde los pescadores llevaban gatos a bordo de sus botes para controlar las plagas de roedores. Con el tiempo, estos felinos se multiplicaron y se convirtieron en los dueños indiscutibles de la isla.
Hoy en día, los gatos de Aoshima son una atracción por derecho propio. Aunque la isla solía albergar a unos 900 habitantes en la década de 1940, la mayoría se trasladó a ciudades cercanas después de la Segunda Guerra Mundial. Actualmente, solo unas pocas personas residen de forma permanente en la isla, mientras que los gatos deambulan libremente por las calles y ocupan las casas abandonadas.
Aoshima ofrece una experiencia única donde humanos y felinos coexisten en armonía. Esta pequeña isla se ha transformado en un refugio gatuno, atrayendo a turistas en busca de una conexión especial con estos animales que ahora dominan el paisaje y la vida cotidiana en Aoshima.