A través del canal de divulgación científica de Martí Montferrer, conocido como C de Ciencia, se abordó una intrigante pregunta: ¿qué sucede cuando la lava se vierte sobre un vidrio a prueba de balas?

Para responder a esta curiosidad, Montferrer realizó pruebas con vidrio convencional y el vidrio de un automóvil estándar, ambos rompiéndose casi instantáneamente ante la alta temperatura de la lava.

El foco del experimento se centró luego en el vidrio a prueba de balas, también denominado vidrio a prueba de fuego. Este tipo de vidrio está compuesto por capas protectoras interconectadas mediante capas de gel resistente al fuego, las cuales se expanden a temperaturas elevadas, creando una barrera adicional contra el calor.

Cuando la lava entró en contacto con el vidrio a prueba de balas, este comenzó a resquebrajarse lentamente, y la zona de contacto mostró signos de quemaduras. Sin embargo, lo asombroso fue que el vidrio mantuvo su integridad, impidiendo que el calor traspasara al otro lado.

El experimento revela que, aunque el vidrio a prueba de balas se resquebraje y presente signos de daño, cumple con su propósito fundamental: proteger del calor extremo. Este descubrimiento destaca la robustez y eficacia de este tipo de vidrio en situaciones de alta temperatura y brinda información valiosa sobre su rendimiento en condiciones extremas.