En respuesta al desafío ambiental del exceso de sargazo en las costas mexicanas, una pareja de productores de zapatos en Playa del Carmen ha desarrollado una solución única: sandalias hechas a base de esta macroalga. Con un precio accesible y un enfoque innovador, buscan no solo ofrecer un producto sostenible, sino también contribuir a la reversión de los problemas ecológicos asociados con el sargazo.

El creador de esta iniciativa, Mario Alberto Robledo, compartió su motivación detrás del proyecto, destacando la necesidad de encontrar soluciones prácticas para enfrentar el problema del sargazo. "Descubrimos el problema y, después del problema, uno como zapatero, pues, ¿qué hago? Le decía a mi esposa: ‘Mi especialidad es el zapato, entonces vamos a tratar de hacer algo con el sargazo, ¿pero qué? ¿cómo?’ Entonces me acordé de la técnica de inyección y dije: ‘¿Por qué no inyecto?’", comentó.

El sargazo utilizado en la fabricación de estas sandalias proviene de Puerto Morelos y es procesado por una empresa asociada que trabaja con numerosos hoteles. Este proveedor no solo limpia el sargazo, sino que también crea productos adicionales a partir de él, como fertilizantes y bloqueador solar, demostrando un enfoque integral y sostenible.

La mezcla utilizada para fabricar los zapatos consiste en un 15% a 20% de sargazo y un 80% de EVA (etilvinilacetato), un polímero termoplástico. El proceso de fabricación implica el uso de una máquina de inyección que moldea las piezas de plástico, creando así un calzado ecológico y resistente.

Con pedidos ya recibidos de hoteles, la producción está en marcha en León, Guanajuato, con un costo asequible para el público local, estimado en 877 pesos, y un precio ligeramente superior para los turistas, alcanzando más de 50 dólares. Además, un 10% de las ganancias se destinará a la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat) con el objetivo de innovar en métodos para el tratamiento del sargazo, buscando contribuir a la gestión sostenible.