Por César Vargas: Pocas instituciones en el futbol mexicano mantienen una batalla hacia dentro de sí mismos, como los Rayados.

Jesus Manuel “Tecatito” Corona guió esta noche a los Rayados, no a la victoria, sino a algo quizá más profundo, hacia un estado de ánimo más guerreros, de atrevimiento, de inspiración.

La victoria de 3-1 de los Rayados sobre el León dejó de una sensación de rebeldía ante la realidad, y mostró que existen algunos jugadores, además de Corona, como Jordi Cortizo, el español Sergio Canales, y, quizá, Joao Rojas con el deseo de jalar al equipo hacia otra sintonía.

Cada organización humana mantiene su propia lucha.

Cuentan que durante el primer lustro de los años 2000, el Club de Futbol Monterrey emprendió una transformación de su sistema de creencias.

Eso incluía hasta a los empleados de oficina, para quienes avanzar a la Liguilla era tomado como un gran logro con el que se conformaban.

Esta noche en el BBVA, el Monterrey se adelantó en el marcador desde el minuto 36 con un autogol de Osvaldo Rodríguez, quien empujó el balón en su propia portería tras una jugada polémica donde chocó con Maxi Rodríguez.

El partido tomó rumbo en un mismo lapso donde el VAR revisó dos jugadas, en una marcó penal por una mano del mismo Osvaldo a centro de Jordi Cortizo, y enseguida, porque aún no se detenía el balón, el árbitro Luis Enrique Santander expulsó al juvenil Alí Ávila por una falta.

El español Sergio Canales hizo el 2-0 a través del penal. Era el minuto 45 más 1. 

El León trató de aprovechar la superioridad numérica para tratar de acortar la desventaja, lo que logró en el minuto 45 más 2, con un cabezazo de Federico Viñas.

Con la expulsión de Ávila, el técnico del Monterrey, Fernando Ortiz, envió a la cancha para el segundo tiempo al “Tecatito” Corona, quien se colocó en punta junto a Canales, lo que al mismo tiempo sirvió como una especie de ensayo para el Clásico de la próxima semana.

Ante los Tigres, los Rayados no contarán con un centro delantero fijo, pues el resto está lesionado: Rodrigo Aguirre, Rogelio Funes Mori y Germán Berterame.
Al 66, la expulsión de Héctor Uribe, por desplazar a Stefan Medina, siendo el último hombre, emparejó el número de jugadores.

Canales también salió lesionado, para dejar su lugar a Joao Rojas, lo que encendió otra señal de alarma.Al 81´, en un espectacular desborde por la derecha, “Tecatito” envió centro al área, donde Cortizo bajó el esférico ante la débil marca de la defensa esmeralda, y mandó el esférico al fondo de las redes.

Para entonces Corona por derecha y Rojas, por izquierdo, y Cortizo por el centro, brindaban un tributo al atrevimiento, con sus desbordes, un valor que suele ser la llave para abre la puerta por donde entra la rebeldía que transforma en posible lo imposible.

Una actitud individual, puede contagiar a dos o tres, y esos dos o tres pueden transformar a todo un plantel… este puede contagiar a la tribuna, y el entorno cambiar la historia. 

Es decir una chispa puede crear un gran incendio trasformador de creencias.Por algo se empieza. Veremos si lo sostienen.

FOTO: Jorge López