Después de una infección severa, el elefante bebé de una familia de estos animales no logró recuperarse y falleció. Al lado de otros miembros de la manada, la madre elefante manifestó su pesar acariciando el cadáver de su hijo, mientras otros caminaban en torno al cuerpo, creando círculos alrededor del cuerpo.
Una bióloga del Instituto Smithsonian de Biología de la Conservación, Sanjeeta Pokharel, observó este comportamiento en ejemplares asiáticos, según informa National Geographic.
Era evidente que, junto con los demás miembros de la familia, los elefantes sobrellevaban un proceso de duelo profundo. Por la pérdida de un hijo, estos animales parecen realizar rituales para lidiar con la tristeza, tal como los seres humanos.
Sobrellevando la pérdida
Según menciona The New York Times, son pocas las ocasiones en que se tiene la oportunidad de observar este comportamiento, ya que los "elefantes asiáticos son esquivos habitantes del bosque". La primera vez que se documentó este proceso fue en el año 2013 por la doctora Pokharel.
Considerando que es algo difícil observar este comportamiento, un estudio que fue publicado recientemente por Royal Society Open Science llegó más lejos. El estudio se realizó apuntando a la investigación de la tanatología animal, para entender cómo es que otras especies de animales sobrellevan la muerte.
En el caso de los elefantes africanos, se había observado que acariciaban a los muertos y visitaban los cuerpos de sus familiares. Sin embargo, pese a que había cobertura mediática de estos sucesos, el fenómeno nunca se había estudiado e investigado a nivel científico.
Muestras de afecto hacia los muertos
Como menciona Raman Sukumar del Instituto Indio de Ciencias, los elefantes asiáticos sobrellevan el duelo en familia. Algunos videos recopilados en internet muestran algunas reacciones de las más comunes acerca de la muerte en estas especies y se observa que van entre caricias, abrazos y otras muestras de afecto.
Del mismo modo, el equipo de investigación documentó que los elefantes asiáticos olfateaban y tocaban el cuerpo de las crías muertas, así como acariciaban la trompa y orejas de otros pertenecientes a la manada. También los jóvenes usaron sus patas para "sacudir" al fallecido.
Dejando ir
No solamente recurren al contacto físico, sino que los elefantes en duelo también muestran su dolor con sonidos: rugidos, trompeteos y gritos son de los más comunes. Al momento de que los investigadores intentaron acercarse a los cadáveres, miembros del grupo de elefantes intentaron llevarse a sus muertos, dando señas de no querer ser molestados.
El comportamiento que más llamó la atención de Pokharel en esta ocasión, fue que las madres elefantes cargaron los cuerpos de sus hijos muertos, tal como lo hacen las ballenas y los primates. Pareciera que ellas dan el último adión a sus crías llevando el cuerpo de sus hijos entre sus colmillos.
Aunque los investigadores no tienen certeza de hasta qué punto es que los elefantes entienden la muerte, sí está claro que viven su duelo con mucha profundidad. Ante el dolor de la pérdida, las mamás elefantes adolecen, lamentan, lloran y, eventualmente, también aprenden a dejar ir.
con información: el imparcial