Desde el 2007, la Administración Espacial Nacional de China (CNSA), ha estado trabajando en la exploración lunar y buscan tener una presencia continua en el satélite terrestre, así como convertirse en una gran potencia para ganar la carrera espacial contra Estados Unidos.

El pasado 30 de abril regresaron a la Tierra tres astronautas chinos en la cápsula de la nave “Shenzhou-13” que estuvieron en el espacio durante 183 días. Esta fue la misión tripulada más larga de CNSA hasta el momento, siendo la segunda de las cuatro misiones tripuladas previstas durante 2021 y 2022 con el objetivo de ensamblar la estación espacial.

En la estancia, realizaron dos caminaras espaciales, así como experimentos científicos y pruebas de diversas tecnologías que le abrirán camino a las construcciones futuras. De igual manera, estos astronautas estuvieron preparando en sus últimas semanas en el espacio las instalaciones y el equipo de la cabina para la siguiente misión: “Shenzhou-14”.

Shenzhou-14
Esta nave se encuentra en proceso de pruebas por el momento, ya que por el momento no permite viajes fuera de las órbitas cercanas a la Tierra a causa de que su diseño no es capaz de soportar los niveles de radiación del espacio.

No es muy distinta en apariencia a las otras naves de Orion del programa Artemis. Se estima que debería estar completamente lista con capacidad de poder transportar entre cuatro y seis astronautas para el año de 2028.

El cohete “Larga Marcha 9”, por otra parte, impulsará al equipo y tendrá capacidad de transportar 140 toneladas a la órbita terrestre baja y 50 toneladas a la Luna.