Una mujer que vive en Washington, Estados Unidos de nombre Megan Condrey, relata que olvido una hamburguesa en su carro en el 2017 y varios días después, la encontró y observó que no presentaba ningún rastro de pudrición, por lo que decidió realizar un experimento para ver cuánto tiempo podía durar, publica, The Mirror.
Condrey decidió apuntar la fecha de compra en el paquete y la guardó en un armario, se acordó de ella hasta hace un mes, cuando se la encontró de casualidad mientras ordenaba las decoraciones navideñas de su casa.
Al abrir el paquete, comprobó con estupefacción que, más de cuatro años después, la hamburguesa se había vuelto dura como una piedra, pero se veía exactamente igual que el día que la compró y aún no había comenzado a pudrirse.
Tanto los panecillos como la carne picada, supuestamente de vacuno, y el queso permanecían en apariencia intactos y sin signos de moho.
Tras el descubrimiento, la mujer prometió no volver a comer McDonald's y de paso decidió abandonar la comida rápida por completo en un intento por perder peso.