Durante un pase por Hlohovec, Eslovaquia, un hombre se percato de la presencia de un objeto lo cual al tomarlo descubrió que es una daga de bronce de casi 26 cm de largo.
Este tipo de artefactos son característicos de la cultura de los túmulos funerarios que surgió en Europa Central alrededor del siglo XVI a.C., según un comunicado emitido por la Oficina Regional para la Protección de Monumentos de la ciudad de Trnava.
El objeto fue hallado en el lecho del río Váh gracias a una disminución del caudal, el hombre se enteró que se trataba de un hallazgo arqueológico, lo llevó al museo local, donde le indicaron que era necesario comunicar su hallazgo y entregarlo a la oficina regional de monumentos.
El descubrimiento resultó ser una espada corta con una longitud de casi 26 cm y un peso de casi 150 g. El mango de esta arma no se ha conservado, ya que estaba hecho de material orgánico.
Según los arqueólogos, la daga pudo haber sido arrojada al río como parte de un culto, o pudo haberla perdido su dueño al cruzar el río.
Los descubrimientos de espadas cortas similares suelen ocurrir en la cuenca del Danubio, desde el sur de Alemania hasta la provincia serbia de Vojvodina. Son característicos de las primeras culturas de montículos de la Edad del Bronce Medio.
En la Edad del Bronce Media y Final, es decir, alrededor de 1600-1200 a.C., una cultura, o grupo de culturas, de túmulos funerarios se extendió por Europa Central, reemplazando a la cultura Unetice. Los arqueólogos la distinguen principalmente por el rito funerario característico, el predominio del pastoreo sobre la agricultura y el tipo de artefactos de bronce.
Se conocen pocos asentamientos de esta cultura, por lo que la principal fuente de información son los entierros, que suelen estar formados por varias decenas de montículos. En los entierros y tesoros de los miembros de esta cultura, los arqueólogos han encontrado numerosos artículos de bronce: alfileres, brazaletes, broches, puñales, espadas, así como hoces y cuchillos.