El origen de esta tradición se remonta a la antigüedad en Asia. Desde tiempo remotos, diversos países de Asia consideraban que el arroz era un símbolo de lo fecundo y lo prolífero. Ambos aspectos, además, se relacionan con la fortuna y la promesa del encuentro futuro de una pareja.

No siempre fue utilizado el grano de arroz, otros tipos de cereales también han servido en la historia para desearles a los novios una buena vida y un matrimonio feliz.

El trigo, en la antigua Roma, también se asociaba con buenos deseos y buen augurio para las parejas recién formalizadas. Es por esto que las novias solían llevar espigas entrelazadas en su cabello.

Otra variante significativa en el ritual romano era que las mismas parejas eran las encargadas de repartirles las hojuelas del trigo y otros frutos secos a los invitados.

Actualmente la tradición se ha alejado de sus orígenes más formales, y se le han añadido a los granos de arroz diferentes acompañantes o incluso han sido sustituidos por otros materiales.

Los nuevos elementos añadidos están principalmente los pétalos de flores casi, también se suelen emplear burbujas de jabón y papelillos de colores como el confetti.

El material arrojado puede variar no solo dependiendo del país en donde se celebre de la boda, sino también de la época del año.

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