Aunque los humanos nos empeñamos en intentar descifrar lo que hay fuera de nuestro planeta, lo cierto es que todavía estamos lejos de descubrir todos los secretos que habitan en la Tierra. Un ejemplo de ello lo tenemos en la última inmersión del fotógrafo Wu Yung-sen.
El océano sigue siendo objeto de alucinantes descubrimientos, no en vano, se trata del área que cubre más del 70 por ciento de la superficie del planeta, la misma que, en última instancia, sustenta la vida.
Debido a su magnitud, se calcula que más del 80% del mismo permanece inexplorado. Quizás por ello, Yung-sen lleva años adentrándose en los misterios que se ocultan bajo el agua, sumergiéndose de noche en profundidades heladas y oscuras para tratar de captar y fotografiar la vida marina.
En una de esas inmersiones recientes en las llamadas aguas negras donde es incapaz de ver el fondo, se encontró con un extraordinario hallazgo: el extraño pulpo Wunderpus. Según ha contado:
'Escuché sobre la fotografía de aguas negras durante una conversación con mis amigos e inmediatamente comencé a trabajar en este campo único. Primero que nada, debes aprender las características de las criaturas de aguas negras. Luego, debes comprender qué áreas son adecuadas para esta actividad, cómo atraer criaturas y cómo mantenerse a salvo'.
'Luego todo se reduce a la suerte, porque la mayoría del tiempo vuelvo sin nada. Mi profundidad de disparo suele ser de unos 15-30 metros, porque el rango de movimiento de las criaturas de aguas negras es de alrededor de 5 a 2000 metros. No puedo ir a más de 45 metros debido a la limitación de mi equipo de buceo'.
Sin embargo y como vemos, en la última inmersión tuvo mucha suerte. Su cámara captó una cría de pulpo transparente que encierra su propio cerebro rojo brillante, algo que muy pocos han presenciado en la naturaleza, indica Gizmodo.