Celebrar un cumpleaños es sinónimo de alegría, a pesar de que haya gente a la que no le guste realizar festejos en este día particular.
Todo lo contrario es un funeral, en donde se despide a una persona fallecida, y no hay ningún motivo para estar contento en ese momento.
Pero un hombre tuvo una particular idea con su pareja, y decidió que precisamente utilizaría esta última temática para festejar su nacimiento.
Eli McCann pensó que iba a juntarse a cenar con sus amigos, para disfrutar el momento y una buena comida, con muchas risas, pero ocurrió todo lo contrario.
Su esposo, Skylar Westerdahl armó un funeral para homenajearlo y este contó con todos los condimentos propios: gente desconsolada, vestida de negro, su foto por las paredes y hasta un ataúd ficticio, indica Radio Mitre.