Define la RAE el sadismo, citando como su origen al escritor Donatien Alphonse François de Sade, como «la perversión sexual de quien provoca su propia excitación cometiendo actos de crueldad en otra persona».
La leyenda negra del Marqués de Sade, un novelista salpicado por los tumultuosos años de la Revolución francesa y por varios escándalos sexuales, envió sus obras al terrero de lo maldito y la Iglesia católica las incluyó en el Índice de libros prohibidos.
Bien es cierto que los supuestos crímenes que cometió nunca alcanzaron ni la sombra de los que narraba en sus textos de ficción.
Autor de obras como Justine, Juliette, La filosofía del tocador, y la más famosa, 120 Días de Sodoma, que inspiró una adaptación cinematográfica en 1975, dirigida por Pier Paolo Pasolini.
Su literatura narra todo tipo vejaciones, violencia sexual, asesinatos, de forma cruda y a veces hasta absurda, incluido el adulterio, la pederastia, o hasta la necrofilia.