Ante el cambio climático, asumir colectivamente la responsabilidad de actuar: Funes Argüello

Ante el cambio climático, asumir colectivamente la responsabilidad de actuar: Funes Argüello

Ante el cambio climático, asumir colectivamente la responsabilidad de actuar: Funes Argüello Ante el cambio climático, asumir colectivamente la responsabilidad de actuar: Funes Argüello.

Hoy más que nunca enfrentamos desafíos apremiantes, toda vez que vivimos en un mundo sobreexplotado con sistemas energéticos que aún dependen fuertemente de fuentes no renovables y que contribuyen al deterioro ambiental, manifestó la coordinadora de la Investigación Científica de la UNAM, María Soledad Funes Argüello.

En el Encuentro Ingenierías Sostenibles: Oportunidades y Retos. Vinculación UNAM, Gobierno e Industria para el desarrollo de energías renovables, recalcó que las soluciones no pueden surgir desde un solo campo. “Necesitamos tender puentes entre disciplinas, instituciones, empresas, comunidades y gobierno. La Universidad tiene la capacidad y la obligación de ser un nodo articulador de estas alianzas”.

A través de su investigación científica puede generar conocimiento de frontera y asegurar que se traduzca en acciones concretas, en tecnologías apropiadas y modelos sustentables que respondan a los desafíos actuales, sin comprometer el bienestar de las generaciones futuras, indicó.

Estimó que el vínculo y la transferencia de conocimiento desde la academia a los sectores productivos, sociales y gubernamentales, se vuelve necesaria e impostergable.

La conservación del planeta, puntualizó, es un llamado urgente a luchar por nuestra existencia, por la continuidad de la vida en toda su diversidad y complejidad.

En este contexto dijo que la ciencia ha documentado los efectos del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y el agotamiento de recursos. Pero “no se trata solo de reconocer el diagnóstico, sino de asumir colectivamente la responsabilidad de actuar”.

Asumir una perspectiva de sostenibilidad, añadió, también implica cambiar la forma en que concebimos el desarrollo. No basta con buscar crecimiento económico, sino preguntarnos cómo hacerlo cuidando nuestros territorios, respetando la diversidad biológica y cultural, y disminuyendo las desigualdades.

En tanto, el titular de la Coordinación de Vinculación y Transferencia Tecnológica (CVTT), Jorge Vázquez Ramos, expuso que en esa instancia “estamos convencidos de la importancia de tomar un rol protagónico” junto con los sectores referidos y la sociedad, para que, a través del progreso científico, tecnológico, humanístico y social, contribuyamos con soluciones para el desarrollo de las energías renovables en el país, priorizando la innovación.

En México tienen una función crucial en la creación de electricidad y en la transición hacia un futuro más sostenible. El país tiene gran potencial para ello, por sus recursos eólicos y sus niveles de radiación solar, acotó en el acto inaugural ante el coordinador Ejecutivo de la Dirección General de Pemex Exploración y Producción, Guillermo Alberto Lastra Ortiz, quien acudió en representación del director General de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla.

Recordó que se está construyendo la primera etapa de la Central Fotovoltaica Puerto Peñasco, y se cuenta con la central Geotermoeléctrica Cerro Prieto, considerada la segunda más grande el mundo. Para mayores avances se requiere de voluntad política y esfuerzos coordinados entre el gobierno, las empresas, la sociedad y las universidades.

Más adelante, el director del Instituto de Geofísica (IGF), José Luis Macías Vázquez, explicó que en este primer encuentro se busca ampliar la vinculación entre la UNAM, el gobierno y las industrias de desarrollo de energías renovables; intercambiar ideas, conocer los retos y dificultades de las empresas, y cómo nuestras líneas de investigación pueden contribuir a solventarlos.

Durante los últimos años, rememoró, la Universidad ha estado presente en los desafíos que el gobierno ha planteado, a través de sus distintas dependencias, en el tema. Varios académicos han participado, por ejemplo, en proyectos como el Centro Mexicano de Innovación en Energía Geotérmica.

Al hace uso de la palabra, la secretaria de la Comisión de Cambio Climático y Sostenibilidad de la Cámara de Diputados, Ruth Maricela Silva Andraca, detalló que, de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, mientras los empleos relacionados con los combustibles fósiles disminuyeron de 2019 a 2023, los que tienen que ver con energías limpias aumentaron casi 15 por ciento.

De 2020 A 2024, se registró un crecimiento global de las inversiones en energías limpias de 50 por ciento, estimulando los empleos en este sector, sostuvo en el encuentro organizado por la CVTT en colaboración con el IGF y los institutos de Ingeniería (II) y de Energías Renovables (IER), así como por la Facultad de Ingeniería.

La diputada mencionó que 89 por ciento de la energía de México proviene de combustibles fósiles y solo 11 por ciento de fuentes renovables. “Hay muchas ventanas de oportunidad para trabajar en la transformación del país rumbo al desarrollo de energías limpias que permitan alcanzar un crecimiento más sustentable”.

Este encuentro, finalizó en el auditorio Tlayolotl “Dr. Ismael Herrera Revilla” del IGF, nos permite interactuar entre los diferentes sectores en un tema tan relevante para el cambio.

Al dictar la conferencia Tendencias y necesidades relacionadas con energías renovables y eficiencia energética en México, Juan Francisco Cuevas Villagómez, director Corporativo de Ingeniería y Proyectos de Infraestructura de la Comisión Federal de Electricidad, recalcó que estas crean electricidad, soberanía, justicia social y posibilidad de transformación.

En 2024, la demanda eléctrica mundial creció el doble, es decir, 4.3 por ciento para llegar a un consumo de mil 100 tera watts hora, impulsado por factores como la climatización (calentar y enfriar espacios en un contexto de eventos extremos) y la movilidad eléctrica.

Las fuentes de energía renovable cubrieron 32 por ciento de esa demanda; sin embargo, el 68 por ciento restante aún se produce con combustibles convencionales como gas natural y derivados del petróleo; también se registraron emisiones récord de CO2.

El desafío que enfrenta la ingeniería eléctrica moderna es diseñar un sistema energético –más demandado que nunca–, pero con una huella ambiental cada vez más tenue. Y para lograrlo, reconoció, no basta con cambiar combustibles.

“Si seguimos bajo el mismo modelo energético condenamos a las siguientes generaciones a un planeta menos habitable”. Se requiere una transformación en toda la cadena: generación, almacenamiento, transmisión, distribución y consumo inteligente. Y ante este reto, la Universidad es uno de los pilares de la transición, concluyó.