No basta con “no salir con el estómago vacío”, lo importante es saber qué estás comiendo. Así lo destaca el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que subraya la relevancia de un desayuno equilibrado como pilar para un día productivo y saludable.

Un desayuno completo no solo proporciona la energía necesaria para enfrentar la jornada, sino que también mejora la concentración, activa el metabolismo y reduce los antojos antes del mediodía. Incluso puede ser clave en el control del peso corporal y en la prevención del cansancio mental.

¿Qué debe incluir un desayuno completo?

El IMSS recomienda que tu desayuno contenga los siguientes grupos de alimentos:
    •    1 porción de verdura
    •    1 porción de fruta
    •    2 porciones de cereales
    •    2 porciones de alimentos de origen animal
    •    1 porción de leche
    •    1 porción de grasa saludable

¿Cómo se traduce esto en un plato?

Algunas combinaciones sugeridas que cumplen con estos requisitos son:
    •    Huevos a la mexicana con pan tostado, papaya picada y un vaso de leche
    •    Mollete con frijoles y queso panela, acompañado de una manzana
    •    Sándwich de jamón de pavo, con lechuga, aguacate y leche descremada

Además, tomar agua al despertar es fundamental para rehidratar el cuerpo tras varias horas sin ingerir líquidos.

Lo que debes evitar

Entre los hábitos poco recomendables están saltarse el desayuno, consumir solo café con pan dulce o abusar de cereales de caja altos en azúcar. Estas prácticas pueden provocar bajones de energía, antojos excesivos y dificultad para concentrarse.

En resumen, un buen desayuno no tiene que ser caro ni complicado. Con una combinación inteligente de alimentos básicos, es posible iniciar el día con mejor ánimo, mayor rendimiento y más salud.