Como parte de una estrategia para fortalecer la industria mexicana de electromovilidad y reducir la dependencia de las importaciones, el Gobierno de México dio la bienvenida este martes a Taruk, el primer autobús eléctrico diseñado y fabricado íntegramente en el país.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, presentó el vehículo durante una ceremonia de certificación, destacando que Taruk es una “decisión estratégica” para preservar la soberanía industrial de México en un contexto internacional cada vez más proteccionista, especialmente ante las medidas arancelarias impulsadas por el presidente Donald Trump.
Desarrollado por las empresas mexicanas Megaflux y Dina, Taruk incorpora ingeniería 100% nacional y ha sido adaptado para satisfacer las necesidades del transporte público en las 60 principales ciudades del país. Su nombre, que significa “correcaminos” en la lengua yaqui, subraya la agilidad y modernidad del vehículo.
El autobús tiene capacidad para 60 pasajeros –con la mitad de los asientos destinados a viajeros– y cuenta con un sistema de propulsión completamente eléctrico, ofreciendo una autonomía superior a 300 kilómetros y la capacidad de cargarse completamente en un máximo de cuatro horas. Además, el proyecto fue desarrollado en conjunto con instituciones académicas como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación.
La iniciativa forma parte del relanzamiento de la marca “Hecho en México”, promovida por el Gobierno federal para impulsar el desarrollo de industrias estratégicas, como la electromovilidad. Según Altagracia Gómez, coordinadora del Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional y Relocalización (CADERR), el proyecto comenzó a gestarse durante la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum en la Ciudad de México (2018-2023) y busca competir con los modelos de marcas asiáticas que actualmente dominan el mercado.
Con Taruk, México no solo busca innovar en el transporte público, sino también consolidar su posición en el ámbito de la electromovilidad y fomentar el desarrollo tecnológico nacional en un momento en el que las tensiones comerciales internacionales impulsan a repensar la cadena de suministro de bienes estratégicos.