Desde el corazón del impresionante skyline de Dubái, el triple campeón mundial de slackline, **Jaan Roose**, llevó su deporte a nuevas alturas al cruzar una cuerda de apenas **1.9 cm de ancho** suspendida a **224 metros** del suelo. La hazaña, que dejó sin aliento incluso a los espectadores a través de las pantallas, reafirma el estatus de Roose como una leyenda viva del slackline.
El desafío, que abarcó una distancia de **100 metros**, es solo una muestra más del talento y la audacia del atleta estonio. Roose, conocido por su dedicación y entrenamiento constante, ha acumulado una lista impresionante de logros que incluyen desafíos en Catar, Colombia, y uno de los más ambiciosos: el cruce del **estrecho de Messina**.
Entre sus mayores retos destaca su intento de cruzar los **3.6 kilómetros** del estrecho de Messina a una altura de más de **130 metros**. Aunque logró cubrir casi la totalidad de la distancia, a **80 metros del final** sufrió un desequilibrio que le impidió completar el récord mundial. Sin embargo, su determinación y habilidad lo consolidaron como una figura icónica del slackline.
Roose ha demostrado que no hay límites para este deporte y que cada desafío es una oportunidad para superar sus propios logros. “Lo que busco no es solo la perfección técnica, sino la conexión entre el cuerpo, la mente y el entorno que me rodea”, expresó en una de sus entrevistas.
Con esta última hazaña en Dubái, Jaan Roose sigue llevando el slackline a escenarios cada vez más impresionantes, desafiando la gravedad y dejando al mundo boquiabierto con cada paso que da sobre la cuerda. **La leyenda del slackline promete continuar sorprendiendo y redefiniendo lo posible en este deporte extremo.**