El año 2024 ha dejado una marca indeleble en la historia climática de México. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), cada mes de este año ha registrado temperaturas superiores al promedio histórico, convirtiéndolo en el año más cálido desde que existen registros.
Las consecuencias de este fenómeno han sido devastadoras. Olas de calor intensas, especialmente en mayo y junio, azotaron al país, alcanzando temperaturas récord en varios estados. El pico máximo se registró en San Luis Potosí, con una temperatura de 51.1 grados Celsius.
Estas condiciones extremas han tenido un impacto directo en la salud de la población. Las altas temperaturas provocaron un aumento significativo en los casos de golpe de calor y deshidratación, con un total de 4,007 personas afectadas y 331 defunciones relacionadas con el calor extremo. Veracruz fue el estado más afectado.
Los científicos atribuyen este fenómeno al cambio climático, causado principalmente por las emisiones de gases de efecto invernadero. El aumento de la temperatura global está provocando eventos climáticos extremos cada vez más frecuentes e intensos en todo el mundo.
El SMN pronostica que la tendencia al calentamiento continuará en los próximos meses. Para enero de 2025, se espera una temperatura promedio superior a la normal, lo que indica que el país podría enfrentar otro año de condiciones climáticas extremas.
Ante este panorama, es urgente tomar medidas para mitigar los efectos del cambio climático y adaptarnos a una nueva realidad climática. La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la promoción de energías renovables y la implementación de políticas públicas para proteger a las poblaciones más vulnerables son algunas de las acciones necesarias para enfrentar este desafío global.