Un pingüino emperador, bautizado como *Gus*, protagonizó una historia extraordinaria al aparecer en una playa turística del suroeste de Australia, a miles de kilómetros de su hogar en la Antártida. Gus fue hallado el pasado 1 de noviembre en las dunas de Ocean Beach, en Denmark, tras nadar más de 3,500 kilómetros desde las heladas aguas del continente antártico.
El inesperado visitante fue encontrado visiblemente desnutrido, pesando solo 21.3 kilogramos, muy por debajo del promedio de 45 kilogramos que suele alcanzar un macho adulto de su especie. Durante 20 días, Gus recibió atención especializada por parte de Carol Biddulph, experta en fauna silvestre, quien lideró su rehabilitación.
Bajo sus cuidados, Gus logró aumentar su peso a 24.7 kilogramos antes de ser liberado. Biddulph utilizó espejos para ayudar al pingüino a sentirse acompañado, una estrategia crucial para esta especie altamente social. *"No sabía si iba a sobrevivir porque estaba muy desnutrido. Extrañaré a Gus; estas semanas han sido una experiencia increíble que no cambiaría por nada",* comentó la especialista.
El pasado miércoles, un equipo del Servicio de Parques y Vida Silvestre de Australia Occidental navegó desde Albany hacia un punto seguro en el Océano Austral para liberar a Gus en un entorno donde pueda sobrevivir. Con la llegada del verano en el hemisferio sur, era esencial devolverlo a su hábitat natural, ya que el calor podría afectar su capacidad para regular la temperatura corporal.
La presencia de Gus en Australia ha sorprendido a los expertos, ya que es la primera vez que se reporta un pingüino emperador en este país. Belinda Cannell, investigadora de la Universidad de Australia Occidental, destacó que mientras se han registrado avistamientos de esta especie en Nueva Zelanda, este caso en Australia es completamente excepcional.
Según Cannell, los pingüinos emperador pueden recorrer hasta 1,600 kilómetros en busca de alimento durante expediciones que duran un mes. Sin embargo, el impresionante viaje de Gus, que abarcó más de 3,500 kilómetros, es una prueba de la resistencia de esta especie.
El caso de Gus no solo destaca las capacidades físicas de los pingüinos emperador, la especie más grande de su tipo, sino también la importancia de proteger sus hábitats. Ahora, de vuelta en el océano, Gus tendrá una nueva oportunidad para adaptarse y continuar su vida en el entorno adecuado.
Este extraordinario encuentro con Gus ha dejado una profunda impresión en la comunidad local y en los especialistas, quienes celebran su recuperación y regreso a casa como una historia de esperanza y esfuerzo colectivo.